La alergia es una reacción de defensa del organismo contra sustancias externas que penetran en el cuerpo por el aparato digestivo (alimentos, medicamentos), por el aparato respiratorio (inhalantes), absorbidas por la piel (contactantes), o atravesando la piel (inyecciones, picaduras). El sistema inmune del cuerpo reconoce esas sustancias como extrañas e intenta neutralizarlas. Sin embargo, mientras que el organismo de las personas sin alergia neutraliza estas sustancias sin dañarse a sí mismo, en las personas con alergia intervienen mecanismos que se vuelven dañinos contra el propio organismo, y causan los síntomas de alergia. Estos signos y síntomas dependen de la sustancia que causa la reacción alérgica y de los tejidos afectados, y pueden ser desde leves a graves y, en algunos casos extremos, pueden desencadenar una reacción que puede poner en riesgo la vida, la cual se conoce como “anafilaxia”.
Una de las causas más frecuentes de alergia es el polen, especialmente en primavera, aunque, dependiendo del tipo de planta y del clima de la zona, puede aparecer polen en distintas estaciones del año.
La alergia al polen se manifiesta con rinitis (estornudos, secreción nasal, picor, congestión nasal) y en ocasiones también con conjuntivitis (lagrimeo y picor ocular).
¿Qué puedes hacer para evitar el contacto con el polen?
- Permanece el mayor tiempo posible dentro de casa durante los días de mayores concentraciones de pólenes. Durante el periodo álgido de polinización evita salir, sobre todo los días de viento.
- Los intervalos entre las cinco y las diez de la mañana y las siete y diez de la noche son los que acumulan una mayor concentración de polen. Por esta razón, reduce durante esos tramos horarios las actividades al aire libre y mantén las ventanas de casa cerradas.
- Mantén cerradas las ventanillas cuando viajes en coche, y coloca filtros en el aire acondicionado del automóvil.
- Utiliza purificadores de aire o filtros antipolen en los aparatos de aire acondicionado de tu casa, y cámbialos con frecuencia para que no pierdan eficacia.
- Evita aquellas actividades que puedan remover partículas de polen tales como cortar el césped, podar o barrer la terraza. En caso de alergia al polen de gramíneas, tampoco deberías tumbarte sobre el césped.
- No seques la ropa en el exterior durante los días de recuentos altos de polen, ya que los granos de polen pueden quedar atrapados en las prendas.
- Cuando hayas estado al aire libre, una buena medida es ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa, o, si no es posible, lavarse la cara y las manos tras las exposiciones.
- Ponte gafas de sol para que el polen no pueda entrar en contacto con tus ojos, especialmente si vas a permanecer en el exterior durante largos periodos de tiempo.
- Tómate las vacaciones durante el período álgido de polinización, eligiendo una zona libre de pólenes (por ej. la playa).
Y recuerda…
Cuando los síntomas de la alergia aparecen, consulta con tu médico y evita automedicarte. Es aconsejable pedir cita con el alergólogo y seguir un tratamiento integral enfocado a tratar la causa de la alergia.
Si tomas medicamentos específicos para las alergias como antihistamínicos, debes hacerlo siempre bajo supervisión médica, de forma regular y en la dosis recomendada por el especialista. Si tienes cualquier duda, pregunta a tu farmacéutico.
Fuente: Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP). www.infosalus.com